lunes, 15 de marzo de 2010

CHOFERES: EL PARO SIN SENTIDO NI RAZON



Memoria del miércoles 3 de marzo:

Me levante temprano, previendo la escasez de transporte que caracterizaría este día; soy universitario, y ya que al docente poco o nada le importaría el paro de transporte, era obvio que dictaría clases normalmente; teniendo muy en cuenta ello, me moví por las calles de mi zona, buscando cualquier medio de transporte motorizado, a mi costado izquierdo pasaba un camión con su parte trasera cargada de individuos, como si fueran animales, mas adelante un montón de gente se agolpaba alrededor de un minibús, peleando por ocupar un asiento. Dentro de momentos, ya me encontraba sentado en un asiento dentro de un minibús, el cual por desgracia, no llego hasta el destino supuesto que era LA CEJA DE EL ALTO, llego hasta cercanías de la avenida 6 de marzo, que dicho sea de paso cada vez esta mas descuidado, empecé a caminar hacia la ceja, cuando por desgracia a mis oídos llegaron berreos y gritos ininteligibles, entonces vi un montón de choferes apostados en el lugar que se denomina –cruce Viacha-, estos tipos insultaban a cuanta gente se les daba la gana, de la manera mas vulgar e ignorante posible. El ciudadano promedio, sabe que la tipología psicológica del típico chofer corresponde a un individuo atrevido, soez, desaseado y engreído; y al ver sus caras, uno constata que son mas ruines. Apresurado, hice oídos sordos, a todos sus rebuznos, llegue a la ceja, por fortuna logre subir a un bus con rumbo a la hoyada paceña, al llegar al destino, el chofer no dudo en querer cobrar el triple del pasaje normal; a nadie le sorprendió, pues es típico en la conducta del chofer, cobrar cuanto mas pueda, así no haya avanzado ni un centímetro, sin obedecer ninguna norma ni el sentido común. Imagino, que el chofer quería cobrar de más, para tener más botellas de alcohol que beber. No se salió con la suya, pues todos le pagaron el pasaje habitual sin hacer caso a lo que podía decir. Llegue a la universidad y asistí a clases como cualquier otro día. Al volver a casa, solo diré que tuve que pasar el mismo trajín que en la mañana.
¿Y de que sirvió este paro a los choferes? Solo se perjudicaron a si mismos, y sobre todo nos perjudicaron a nosotros, que es lo mas importante. No obtuvieron nada, ni obtendrán, pues no hay justificativo para que ciertos choferes traten de socapar su patética y empedernida afición a las bebidas alcohólicas, es el colmo de la sinvergüencería, que traten de proteger la borrachera.
Sacha Llorenti, lo dijo muy bien: “este es un paro de los borrachos”; y es que no podemos ser indulgentes con esa calaña; es hora de frenar y exigir como ciudadanos el derecho al autotransporte seguro; no me interesa si algún chofer irresponsable siente que su “modos vivendi” con el alcohol ha sido violado, quiero que se siente sobrio en el volante, con la vista en frente, atento a las señalizaciones y con la boca cerrada; que por algo se le paga, con estas frases me refiero especificamente a esos choferes de mi misma edad, que son una verdadera verguenza para toda la juventud, al ser ellos los que con mayor aservo apoyan la estùpida medida del paro.
Es cierto que hay excepciones, son aquellos choferes con la cabeza bien puesta,me refiero a los señores ya mayores de edad, mis respetos para ellos, que saben realizar bien su trabajo,siendo educados, sin fastidiar ni extorsionar al pasajero, ojala sus compañeros "jovenes" los imitasen, para que su actividad tenga la dignidad que ahora le falta, difícil pero posible.

ENVIADO POR:
PACO AGUAS

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